jueves, 28 de mayo de 2015

Sistemas Indígenas del Conocimiento

¿De qué manera la memoria no permite que la tecnología de hoy en día influencie en una cultura?

La flexibilidad que tenemos los hombres a nuevos cambios, nos permite relacionarnos directamente con otras culturas. Ciertamente estos cambios se refieren a los pasos grandes que hemos dado dentro del desarrollo tecnológico, sin embargo aún quedan ciertos grupos en donde este fenómeno no va ser adquirido por completo. En otras palabras, en sistemas  indígenas como secoyas en Ecuador y Pérú, en ryukyuan en Japón, bhotia en India, entre otros; la innovación en cuanto a la tecnología dentro de su método de trabajo puede llegar en determinado momento porque son sistemas dinámicos en cuanto a  que pueden tener tradiciones heredadas o simplemente propias. Sin embargo cada una al tener su propia ideología en cuanto a su forma de vida ya sea determinada fundamentalmente en sus creencias religiosas y  su manera de explicación del mundo a través de metáforas o analogías; o simplemente por las actividades del día a día dentro de su hogar como la forma en que ellos trabajan la  materia prima para obtener productos que los caractericen.

Asimismo los sistemas indígenas se caracterizan por la memoria dentro del actor del conocimiento que les permite transmitir de generación en generación su forma de vida y sus tradiciones lo que implica que sus procedimientos de conocimiento ya estén establecidos dentro de su forma de desenvolverse. Para aclarar un poco más este problema del conocimiento es pertinente usar un ejemplo que nos aluda a comparar nuestro sistema de adquirir conocimiento versus el indígena.

 En el supuesto caso de que siendo yo el actor del conocimiento, mi sistema no podría ser únicamente mi familia, sino también mis amigos y en general las personas que se ven de alguna manera influenciados por la tecnología principalmente. Mi sistema “moderno” en este caso no sería realmente característico porque dentro de este el uso de la tecnología se ha convertido en algo muy característico de este sistema al ser que todos los actores del conocimiento empezando por los niños de la actualidad, han perdido la memoria en cuanto a las tradiciones que en el pasado se solían practicar como el simple hecho de jugar.

 Hay muy pocas excepciones ciertamente pero  la gran mayoría ha hecho de la tecnología un recurso básico para agilitar su forma de vida. Es por eso que los lazos o vínculos de una generación con otra, se pueden percibir mejor en un sistema indígena porque están mucho más en contacto enseñándoles a los más pequeños la forma en que se deben hacer las cosas para comprenderse a sí mismos en cuanto a sus orígenes y es ahí cuando verdaderamente se logra entender por qué estos sistemas son tan conservadores en cuanto a la honra que tienen que preservar dentro de su medio.

Si es que un sistema indígena del conocimiento tiene la forma peculiar de trabajar puede que llegue a conocer la tecnología pero no necesariamente volverse dependiente de ella. Es decir, la cultura que hay dentro de cada uno de estos sistemas, va a perdurar en cuanto los miembros siempre quieren preservar esa tradición de hacer tal cual sus ancestros las inculcaron. Como por ejemplo la forma de hacer sus ritos, las razones por las que se hacen esos ritos, su música, sus instrumentos de trabajo e incluso su vestimenta. Más allá de eso, lo que realmente hace que ellos se manejen de esa forma y se mantengan así sin ser influenciados completamente por la tecnología de hoy en día, es el hecho de que quieren vivir de una manera que gratifique y corresponda a la persona mayor que le enseñó a vivir y saber todo lo que sabe. Se nota claramente entonces que estos grupos pueden innovar sus maquinarias con materiales nuevos pero siempre conservando ese patrimonio que desde sus ancestros lo hacen.

viernes, 15 de mayo de 2015

Momentaneamente feliz

¿Es una buena acción lo que me hace a mí y a los demás sentirnos felices?

                   Es clave que todas las decisiones que tomemos las hagamos previamente razonándolas. Es cierto que cuando hacemos algo por alguien nos sentimos realmente bien pero siempre y cuando este acto sea considerado beneficioso para nuestro prójimo sin dejar de lado lo que nos diga nuestra conciencia. De los mayores placeres de la vida se ha visto que el arte de compartir es realmente gratificante ya sea por obra social con los más necesitados o simplemente compartir la mitad de lo que más nos gusta. Por otro lado, esta ambigüedad de sentirnos felices puede ser confundida con el sentido de placer. Por ejemplo, si es que yo no decido no hacer el trabajo que me toco dentro de mi grupo de trabajo y convenzo a los demás de que no lo hagan por que es mejor tener tiempo libre, estaría haciéndoles “felices” solo momentáneamente. 

En otras palabras sentirse feliz puede ser satisfactorio momentáneamente mientras que ser feliz en realidad significa hacer acciones buenas que te llenen el corazón de satisfacción. El lenguaje en este punto influye muchas veces en la manera en que llegan los mensajes con palabras disfrazadas y en ciertos casos nos hacen cambiar de parecer y cometamos errores. Sin embargo esto se ha venido dando desde nuestros ancestros ya sea por convencer a otros de hacer algo por interés o egoísmo siempre tenemos que tomar en cuenta de lo que nos diga la razón o lo que suena lógico porque eso es lo que predomina. 

En definitiva debemos saber que somos libres pero siempre optar por lo que nos va a hacer crecer en nuestra vida y qué mejor si es que influenciamos en la vida de alguien que lo necesita de una manera positiva y así hacer que nuestra sociedad de igual manera; mas no pensar que una buena acción nos haga “felices” o mejor dicho que nos haga sentirnos bien o pasar un buen rato pero que luego vengan los arrepentimientos.



Métodos usados para producir conocimiento

¿Es una buena acción lo que me hace a mí y a los demás sentirnos felices?

                   Es clave que todas las decisiones que tomemos las hagamos previamente razonándolas. Es cierto que cuando hacemos algo por alguien nos sentimos realmente bien pero siempre y cuando este acto sea considerado beneficioso para nuestro prójimo sin dejar de lado lo que nos diga nuestra conciencia. De los mayores placeres de la vida se ha visto que el arte de compartir es realmente gratificante ya sea por obra social con los más necesitados o simplemente compartir la mitad de lo que más nos gusta. Por otro lado, esta ambigüedad de sentirnos felices puede ser confundida con el sentido de placer. Por ejemplo si es que yo no decido no hacer el trabajo que me toco dentro de mi grupo de trabajo y convenzo a los demás de que no lo hagan por que es mejor tener tiempo libre, estaría haciéndoles “felices” solo momentáneamente. En otras palabras sentirse feliz puede ser satisfactorio momentáneamente mientras que ser feliz en realidad  significa hacer acciones buenas que te llenen el corazón de satisfacción. El lenguaje en este punto influye muchas veces en la manera en que llegan los mensajes con palabras disfrazadas y en ciertos casos nos hacen cambiar de parecer y cometamos errores. Sin embargo esto se ha venido dando desde nuestros ancestros ya sea por convencer a otros de hacer algo por interés o egoísmo siempre tenemos que tomar en cuenta de lo que nos diga la razón o lo que suena lógico porque eso es lo que predomina. En definitiva debemos saber que somos libres pero siempre optar por lo que nos va a hacer crecer en nuestra vida y qué mejor si es que influenciamos en la vida de alguien que lo necesita de una manera positiva y así hacer que nuestra sociedad de igual manera; mas no pensar que una buena acción nos haga “felices” o mejor dicho que nos haga sentirnos bien o pasar un buen rato pero que luego vengan los arrepentimientos.



jueves, 14 de mayo de 2015

Lenguaje e "idiomas"

¿La jerga puede ser un determinante lingüístico para un país?

        Que interesante resulta exponer algo que vivimos día a día. Cuando estamos en contacto con nuestros hermanos, parientes y especialmente con amigos estamos utilizando un área del conocimiento muy importante como es el lenguaje. El lenguaje se puede hacer presente a través de mensajes de texto, llamadas, conversaciones e incluso por video llamadas. Esto quiere decir que entre horas de clase, recreos, fuera de la escuela o en nuestro tiempo libre estamos constantemente utilizando nuestro lenguaje con el fin de que nuestros destinatarios capten muy bien lo que queremos decir a través de un recurso como son las jergas. 

    Estas se pueden considerar como una manera en que los jóvenes se sientan identificados a través de los términos o simbología que se les otorga a las palabras o frases. Sin embargo si es que se lo usa en exceso, el verdadero sentido del lenguaje dejaría de ser comprendido. Por eso es que vemos que las personas mayores, es decir padres, abuelos y tíos no pueden llegar a comprender muy bien lo que sus hijos o nietos le están queriendo transmitir. 

       En otras palabras el cambio generacional hace que personas mayores no entiendan del todo lo que alguien joven le puede transmitir fuera de un ámbito formal. Pero ¿será que las palabras que se utilizan son muy complejas para entender? ¿Nuestros antepasados las usaron? ¿Es nuestro léxico de un grupo lo que en verdad nos hace entendernos entre “panas”? podríamos reemplazarlo por otras palabras?

     Para tener más clara esta idea, lo analizaré desde el punto de vista de pertenecer a una jerga quiteña. Ciertamente muchas de estas frases o palabras son están dentro del diccionario pero en nuestro léxico no se usa precisamente con el verdadero sentido de la palabra. Es decir que palabras como “loco”, “denso”, “amarrado”, “cacho”, “fresco” entre otras, no están literalmente escritas en el diccionario como en el léxico juvenil se las utiliza. Por ejemplo, cuando una persona dice “Es cacho loco no te enojes”, con “cacho” no se está refiriendo a que es justamente un trozo de algo o a un cuerno de un animal sino se refiere a que es un chiste. Segundo, la palabra “loco”, se la utiliza para referirse al prójimo en lugar de utilizar la palabra amigo o llamarla por el nombre, se ha visto que independientemente de que sea hombre o mujer la palabra sigue siendo “loco”.

        Por otro lado palabras completamente distintas al verdadero significado se han empleado de igual manera para decir algo específico como “cachas”, “trola”, “fresco”, “denso”, “fijo o fijaso”, “simón”, “naranjas”, “foco o focaso”, “no, no mas” entre otras. “Cachas” se define como ponerse musculoso o muy fuerte y cuando dicen “si me cachas?” no tiene sentido sin embargo hace referencia a preguntar si es que alguien entendió tu idea. Así podemos decir que dentro de este léxico juvenil o jerga, el manejo de c[códigos que se utilizan para transmitir un mensaje al receptor correspondiente, es muy amplio por la construcción efímera de sus verbos y gramática.


        Si es que pensaron que esto se dio solamente en esta generación o que es algo que ha surgido recientemente están equivocados. El uso de jergas se remontan al siglo XII en Francia “jergón” que se refería al canto de los pájaros, era una onomatopeya del gorjeo de las aves y luego se refiero a las cosas erróneas que hablaban los filósofos, ladrones y niños[1], es decir lo que indica el sentido figurado de garganta. A esto nos referimos entonces de que la jerga se ha venido “modernizando” a partir de realidades contemporáneas e incluso por la televisión.

     En síntesis lo que esto quiere decir es que a través del tiempo y en todos los países se ha desarrollado este tipo de “idioma” característico de la juventud como una forma de referirse a una situación con un significado especifico mas no con las diversas definiciones que un diccionario puede proveer. Personalmente el uso correcto del lenguaje es la única manera de llegar al receptor directamente sin dejar espacio a que este tenga sus propias interpretaciones y que nuestro mensaje llegue distorsionado. Es por eso que pienso que vale más tener este léxico juvenil en cuanto a que queramos que se nos entienda precisamente lo que queremos decir.

      Por otro lado, si es que acostumbrarnos a cambiar el vocabulario por la jerga, lo que ocurrirá es que al momento de hablar no solo con personas mayores a nosotros sino con personas de otros países siendo estos jóvenes igual que nosotros, no podremos transmitir ese mensaje correctamente ya que puede que para otros jóvenes signifique completamente incongruente lo que estamos diciendo, o viceversa no podremos entender lo que nos dicen. En definitiva, lo que verdaderamente nos determina es el lenguaje que se utiliza y este conteniendo un “idioma” particular que nos hace diferentes con respecto a otros países que también son hispanohablantes.

       A continuación testimonios de parte de jóvenes quiteños de los efectos que han causado estos términos en sus vidas [2]:







[1] http://etimologias.dechile.net/?jerga
[2]http://www.lahora.com.ec/index.php/noticias/show/1101218855/-1/La_jerga_juvenil_siempre_var%C3%ADa.html#.VVSYO_l_Oko